MI AMANTE AMIGA
AMORES CLANDESTINOS
Antonio Romero Prieto
Hay amores caprichosos, clandestinos, platónicos, enfermizos, libidinosos, a la carta, a muerte, extramatrimoniales e imposibles. Amores audaces protagonizados por amantes con talento pero sometidos a miradas acusadoras. Amores bulliciosos y dramáticos que a veces llegan al suicidio. Amores obstinados que se enfrentan al escarnio público dispuestos a consentir el atentado de ser señalados por quienes frenan su propia libertad y contra el derecho a expresarse confrontando las opiniones de igual a igual, amores tóxicos como dice Leonardo Padrón que ocurren sin previo aviso, momentáneos, irrespetuosos, tercos, adolecen del infinito, locos y simulan regocijos… y el mío que es algo especial; un amor especial, de esos amores sin sentido que al contarlo dejaría de ser clandestino. Es un amor autentico por lo exclusivo, fiel, estable, comprometido y sin falsificaciones.
Hay amores de amores
Eca de Queiroz cuando habla de amores describe como vivían los religiosos en aquellos tiempos que los convertían en canónigos gordísimos, horribles y terribles por esos amores incontables. También menciona los amores clericales clandestinos, mientras siguen siendo santos, castos y puros son esos amores que llevan por nombre: amores sacrílegos como el del cartujo Ricardo y la bella Ormesinda que tuvo por escenario el monasterio cartujo de Porta-Coeli. Una antigua historia de amor, sacrilegio y muerte que aún estremece a quienes, al acercarse a la cartuja y contemplar su acueducto, reviven la historia de la valerosa mujer enamorada capaz de todo por el ser amado.
Una relación extramatrimonial: un segundo frente
Mantener una relación extramatrimonial afirma que uno se siente terriblemente atraído por su amante, por esa “química” especial que no existe en el matrimonio, lo que hace amores irresistibles. El cónyuge infiel, o sea yo, me siento obsesionado por mi amante, es el momento de confesarlo. Comparto un amor entre mi esposa y una amante fuera de serie, las dos en el mismo hogar, aunque no compartimos la misma alcoba, pero si compartimos las noches sin que se entienda, por favor, que practico “menage a trua”. No. Jamás. Soy un ser sometido a las prácticas amorosas entre dos. Una primero… y otra después.
Dedico este escrito a mi amante, mi bella y talentosa “Teresita”...
Con las que comparto muchas madrugadas, mi amante amada o mi amada amante, la de amores duraderos, firmes, complaciente, sin pedir nada a cambio y de total entrega con gran sentido del humor, a la vez imaginativa y sorprendente. Alguien que sabe dar y recibir sin ostentaciones de poder. No se trata de soñar sino que me hace soñar despierto a su lado respondiendo siempre a mis más exaltados caprichos.
Teresita: mi confidente
Teresita, mi noble bienamada, es creativa, libre, capaz de ser fuerte y suave, espontánea y receptiva a lo que ocurre en nuestro alrededor y al mismo tiempo estable en su carácter y en sus ideas, abierta al mundo, profunda en el sentido de la amistad que debe existir en una pareja. Mi confidente, con la que me he unido en un sentimiento profundo desde hace tres años, su sensualidad y sugerencia me envuelve de tal modo que es allí donde deja su rastro peculiar, ese perfume exótico y el calor de los que se aman entrañablemente. Estoy seguro que muchos hombres pagarían por encontrar a una amante tan irreverente y no necesariamente por su físico sino por el magnetismo que se desprende de ella. Somos dos y cada uno en su lugar y que al solo tocarla de inmediato responde con sus ideas ricas y armoniosas. Comparto sus orgasmos con mis dedos respondiendo callada a mis caricias con autenticidad y transparencia. La amo sin miedo y sin recelo. Es mía, sólo mía.
Dicen los psicólogos que toda pareja busca armonía y complementariedad...
Lo masculino y lo femenino de cada uno se entrega sin lucha ni conflicto. Con ella para siempre y por siempre hasta en la enfermedad, una virosis, por pequeña que sea me hace perder la calma y busco un médico de inmediato para que sea atendida prontamente.
MI TERESITA
Teresita, mi amada es callada y respetuosa, cuando mi esposa en algún momento por un arrebato de celos la insulta con palabras ofensivas y calumniosas prefiere callar ocupando su lugar sin rencor ni resentimientos, sabe perdonar porque MI TERESITA es una santa. En mis noches de desvelos me impregna de su candor y placer. Sin hacer el menor quejido en esos momentos de exitosos climax me hace vivir instantes con tan solo un tocamiento la sinfonía de Beethoven, si mi deseo es crear, con un pinchazo de cariñito me lleva a los más elevados ratos de inspiración.
Teresita: mi pasión escondida
Mi amante, mi pasión escondida, mi computadora se ha hecho imprescindible para mí. Soy un ser sometido a ella, a mi Teresita. ¡Será esto una maquinofilia? La amo porque incorpora en nuestra relación usos, técnicas y otros medios para provocar una comunicación tal que se ha convertido en mi más fiel aliada, ella es quien complementa mis olvidos, mis despistes y otras tantas linduras que mis pocos conocimientos no acaban de descifrar en un momento dado.
Queridos lectores...
Estas cosas suceden por tanto no se sorprendan ni presuman de moralistas, de amores como éste hay historias y viene a mi memoria el escritor Martín Luis Guzmán en su ensayo titulado “Mi amiga la incredulidad”, nos narra los efectos que generó una Remigton en el escritor norteamericano Henry James, según las crónicas de entonces, el ruido de “su amante” era su fuente de inspiración, Guzmán motivado por esa historia se vio impelido a abandonar su Underwood, a su preciosa amante máquina de escribir que hoy es colección de amores pasados como Romeo y Julieta, los amantes de Verona. El gesto cariñoso del “tiquititlá” de su amante generaba en él una sinfonía hermosa, despertando la curiosidad y los comentarios de sus vecinos y familia. La pasión por su amada fue fuente de inspiración para escribir obras muy connotadas.
La amante es la que nos vuelve distraídos frente a lo que nos rodea.
A veces a nuestra amante la encontramos en nuestra pareja, en otros casos en alguien que no es nuestra pareja, también solemos hallarla en la investigación científica, en la literatura, en la música, en la política, en el deporte, en el trabajo cuando es vocacional, en la necesidad de trascender espiritualmente, en la amistad y en una computadora.
Quiero tener dos corazones
Ahora concluyo haciéndome unas preguntas ¿Por qué no tenemos dos corazones? Un órgano tan vital y sólo tenemos uno. ¡Con lo que sufre un corazón a lo largo de la vida! Y digo yo ¿Por qué la naturaleza no nos ha proporcionado un corazón de repuesto?, un corazón que se encargue de funcionar mientras el otro está herido de gravedad por un mal de amores o capaz de llevar al vértigo o a un descontrol
0 comentarios:
Publicar un comentario