EN ESTA SECCIÓN
- YO ESCRIBO CRÓNICAS
- "MORIR DE AMOR". Dedicada a mi prima Egdaa Petit Arenas
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Las siguientes crónicas son de mi autoría...
y tienen que ver con mi vida, fueron escritos en diferentes épocas, y han permanecido inéditos hasta el día de hoy que los publico bajo el título de REMEMBRANZAS, permanecieron guardados en manuscrito en un humilde cuaderno, marcados por el tiempo y no he querido cambiar en ellos ni un párrafo, otros son más recientes, pero en todos encontrarás una dedicatoria en especial que, son jirones de mi alma conmovido.
Agradecimientos
Agradezco a todas las personas quienes con intuición y generosidad me impulsaron y apoyaron para que escribiera estas remembranzas...
a mis hijos María Gracia y Pablo, fuente constante de motivación, a mi esposa, a mis padres, a mis familiares, a mis maestros, a mis colegas, a mis amigos porque ellos sembraron la semilla y fertilizaron mi inquietud por escribir estos relatos, vivencias y experiencias personales; A mis Puertos de Altagracia, con especial cariño al barrio 18 de Octubre, a mis compañeros de estudios de la Escuela Letras y a mis colegas orientadores, a Algimiro, con quien me ha sido tan fácil trabajar por haberme escuchado y estar siempre conmigo tanto profesional como humanamente, a los profesores del área de Lenguaje y Comunicación de la Universidad del Zulia a quienes considero mis amigos. En fin, a todas las personas que realice este sueño, son tantos a los que agradecer que tendría que llenar muchas páginas. ¡Un abrazo muy fuerte a todos los que siempre están presentes con mis pensamientos.
Agradezco a DIOS creador del universo...
Que me dio y me seguirá dando fortaleza para seguir adelante todos los días. Recibiendo los dones y bondades que me ha permitido disfrutar.
ESTOY FELIZ POR TENER LA OPORTUNIDAD DE LLEGAR CON MIS CRÓNICAS A MUCHA GENTE QUE LE GUSTA LA LECTURA...
Hablar de uno mismo a veces resulta un tanto difícil, sobre todo cuando toca contar acontecimientos que involucran afectos y conforman hechos positivos. Generalmente eso uno se lo deja a los demás y espera la reacción, sin petulancia que lo digan después que uno muera, aunque eso forme parte de nuestra propia cultura no estoy de acuerdo. En mi caso que me he dedicado a escribir las historias que he contado en mis libros, las historias de mi familia, mis propias vivencias, mis recuerdos infantiles, emitir mis propias opiniones sobre esas personas, familia o amigos, que de alguna manera formaron y forman parte de mi propio entorno, en principio me ha resultado incómodo. Eso me costó mucho porque no es común, pero ya lo he superado, ya lo siento normal, además, quien quiera leerlos que lo haga, no es obligatorio, los he contado porque muchos de esos relatos quiero que no se queden sepultados en el olvido.
Escribir es una travesura o un atrevimiento.
Esta travesura, o más bien este atrevimiento lo hago con el fin de enaltecer a personas y hechos importantes y el respeto a quienes, de una u otra forma considero que no deben quedarse en el anonimato, pienso y comparto la idea de la novelista Isabel Allende en cuanto que “... somos leyenda que cada uno de nosotros elabora de sus propias acontecimientos y experiencias no con arrogancia, pero creo que si puede entretener a algunos hipotéticos lectores...”.
Escribir sobre mis raíces
Cuando terminé de escribir “Laude” encontré que me había enterado de mis raíces y que definitivamente estoy marcado por la tradición familiar, como una forma exquisita que proporciona la experiencia vivida. No por eso nacemos con una cartilla debajo del brazo, no sabemos que traemos, pero eso sí tenemos condiciones (aptitudes) para ser o hacer algo en la vida, y seguro que tendremos que enfrentarnos a ello, al mundo y a las circunstancias. Puedes zozobrar muchas veces y si quedas vivo, debes seguir adelante, conociendo el infortunio, a pesar de caerte aparatosamente, no es fácil, dice un refrán muy sabio “... nadie sabe cual alto eres, hasta que no te levantas...”.
No escribo por compromiso
En cuanto a escribir, generalmente sigo un plan pero el tema me tiene que salir de adentro. No escribo por compromiso, me es difícil inventar una historia que no haya vivido o me hayan contado previamente Escribo la idea tal cual como me va saliendo y luego voy dándole forma, tanto que cuando termino la idea la corrijo desde el punto vista gramatical y así, en pleno borrador hago copartícipes a mis familiares y amigos.
Los que más han leído mis escritos
Prefiero iniciar la idea preconcebida con un evento histórico tratando de ubicarme en el tiempo y en el espacio para que mis personajes y mi referencia no queden en el aire, o sea, le doy una plataforma histórica y geográfica, generalmente, Nelly mi esposa, me critica alegando que me extiendo demasiado en la ubicación del tema a desarrollar. El resto de mis lectores víctimas de mis borradores, mis familiares y amigos, no me hacen la misma observación, pero indudablemente se centran en otros puntos, Algimiro por ejemplo me acusa de repetitivo y a veces no entiende que quiero decir, Gladis Valbuena, mi colega orientadora y amiga, lee mis borradores tal cual están escritos y repite como un disco rayado los textos cuando se tropieza con alguna incongruencia, Magdaly y Maria Gracia me atacan fuertemente en la redacción, ellas me corrigen las faltas de ortografía, las disgregaciones y me aportan ideas sobre la forma como debo enriquecer el relato, todos son los verdugos de mis borradores. De todos modos resuelvo las inconsistencias, así que de victimario me convierto en víctima de sus críticas más despiadadas, cada uno me da su comentario y tengo que volver al releer el texto, además, como una demostración de humildad acostumbro enviarle los borradores a mis amigos por internet. Algunos me imagino, no los leen, otros me envían sus comentarios virtuales, como por ejemplo Sara Labarca, con su acertado y tajante sarcasmo coloreado de humor me responde, agregándole gracia y objetividad y de quien tomo sus aportes casi al pie de la letra, Marisa Iragorry me brinda bellas frases alentadoras, Doris Pachano, fiel en todo momento, me llena de elogios y mi respetada y admirada amiga y profesora Ana Mireya Uzcátegui me dijo en una oportunidad “... No todos tenemos el coraje de someter nuestros escritos a las miradas ajenas...”, es una ofrenda viniendo de ella. Someterme me costó mucho.
Admiro a mis amigos por su paciencia... A ellos, entre otros, les debo que yo tenga el atrevimiento de escribir, admiro la paciencia infinita de mis amigos para aguantar tanta necedad, con la actitud de ellos descubro que me quieren como yo los quiero a ellos con esa misma intensidad, ¡los admiro! Soy poco dado a los secretos, no me enseñaron a ser reservado, mi casa era de puertas abiertas, para algunas personas esto es un defecto para otros es una virtud y hay quienes prefieren no hacer comentarios para evitar la crítica, yo enseño los borradores manuscritos a mis familiares y amigos, revelo casi todas mis fantasías, sé que hablo demás, de tal suerte que cuando el texto está terminado, muchos conocen el contenido. Esa forma de ser se conoce popularmente como “hablachento”, más decente “demasiado conversador” y para no ofenderme me dicen “locuaz y expresivo”, pero de todos modos me ha dado la oportunidad de escribir, este defecto o virtud es una estrategia para ser escritor, pero lo cierto es que le tomo la palabra a la Allende quien dice que cuando escribimos sobre nosotros mismos lo hacemos con diferentes máscaras – dice además – que “somos vanidosos y conocemos el infortunio cuando nos hacen críticas desagradables y descorazonadas”.
No soy apegado a las cosas materiales... cuando las tengo las disfruto, de manera que creo que sin ellas me sería imposible acostumbrarme a no tenerlas, la experiencia me dice que por alguna razón o circunstancia salgo de ellas, por cualquier motivo, veo que no me dejo poseer por ellas. Las cosas no me dominan, creo que las personas mientras vivan están conmigo y en mi mente, al faltarme por muerte o separación, asumo una actitud estoica ante el hecho, amo mucho con extrema intención, pero procuro amar sin retener ni poseer como propia la persona amada, si ya no están conmigo, si las pierdo, ni modo, así soy capaz de entenderlo, la muerte de mis seres queridos me ha dado muestra de que puedo acostumbrarme a estar sin ellos, aun cuando permanecen siempre conmigo, en mi recuerdo, mis recuerdos son ejercicios de reflexión, y entre ellos entra el sentimiento que tengo, una forma de asumirlo con el significado que tiene en nuestra lengua castellana.
Ahora salgo de nuevo con “Remembranzas”... y quiero rendir un homenaje a mis seres queridos, a personas que estuvieron conmigo pero se adelantaron en el camino y los que aún están cerca de mí. A mi tierra querida, a mi patria chica envuelto en un arrebato nostálgico, a mi inolvidable barriada dieciochera, a tierras que he admirado, lugares que ya no existen pero marcaron un hito en mi vida y en la vida de mucha gente. "Lo vivido es la fuente que irriga las ficciones", afirma Mario Vargas Llosa, pero luego matiza: "Aunque el punto de partida de la invención del novelista es lo vivido, no es ni puede serlo el de llegada".
La invitación de mis hijos propició la inquietud que suscitó el deseo de escribir estos textos...
Pero más que eso la inspiración que provoca mi nieto, Manuel Antonio, aún cuando no tiene edad para comprender lo que esta pequeña recopilación de textos significa, cuando razone, a medida de su propio desarrollo y pueda apreciar con conocimiento, quiero que lea con cariño estas páginas y que se impregne de la intención con que los he escrito y como su abuelo se dejó llevar por los nobles impulsos del corazón para dejarle estas experiencias que vivió. ¡Ojalá y Dios me permita relatar de su viva voz para compartir impresiones!
QUIERO QUE LEAN ALGO REFERIDO A MI PRIMA EGDA PETIT ARENAS, MI PRIMA A QUIEN RECORDARÉ POR SIEMPRE...
MORIR DE AMOR:
Un sueño de amor que se transformó en pesadilla.
Dedicado a Egda en su memoria
Unas cancioncillas mozárabes denominadas Jarchas que aparecieron fechadas antes de la aparición del Cantar de Mio Cid hablan del amor, son los más antiguos vestigios de la lírica popular europea. Cancioncillas entremezcladas con un castellano incipiente, la brevedad de las Jarchas suelen aparecer expresadas por una intimidad femenina que condensa su experiencia en esos fragmentos. Así, el texto se abre para dejarnos leer el estallido de la pasión, el desgarro, la ausencia y el dolor que provoca el abandono o la traición, sentimiento que aparece reiteradamente mediado por la ira y la burla. En el discurso de las Jarchas prevalece un tono apelativo, destinado a explicitar la solicitud amorosa, desde este anclaje, se erige una escritura del deseo que fija, con la misma modulación del requerimiento, una cierta topografía erótica; en el plano más general, el deseo se orienta hacia la presencia del amante y aquello que anhela es su cercanía. Desde las Jarchas hasta hoy, es el mismo grito desgarrador del desamor.
Los hilos de la vida se entretejen en forma muy extraña entre el amor y la vida. El amor llega y uno nunca sabe cuándo ni por qué llega, peor aún, llega en condiciones tales que uno muchas veces no sabe como enfrentarlo. Es muy, pero muy difícil que en una partida, en una despedida se mezcle el amor con ese toque romántico, es más, a mí eso me hace recordar algo que nunca he aceptado, y es que se relacione con la historia de mi recordada prima. Y bueno, de eso que se llama amor, murió ella. Así sucedió.
¿Saben por qué se muere de amor?
Se muere de amor por celos, por desamor, por el mismo amor, por amar en silencio, por amar a escondidas, por callar que se ama, por no ser correspondido y por decir que nunca se ha amado. Se muere de amor cuando dejamos de creer que podemos llegar a ser deseados por la persona que más hemos amado, por todas esas cosas, de verdad, morimos de amor, a veces el amor tiene el don de ser inoportuno y he ahí lo complicado de este sentimiento.
Una historia romántica predecible e inofensiva se hizo presente en la vida de Egda. Saber que se puede ser feliz y cómo se siente cuando estamos en plena juventud, en la adolescencia, superando los miedos, y todo con una esperanza en el corazón. Amores de juventud, amores que nunca vuelven, aquellos amores que se juran para siempre, suspendidos en el tiempo y que elevan el alma a la eternidad.
Fueron muchos los obstáculos que se presentaron en el amor de dos jóvenes que prematuramente descubrieron que se amaban, de esos amores de adolescentes a escondidas, sorprendidos y enjuiciados, pero con su amor persistente enfrentaron todos los obstáculos y los vencieron demostrando que lo lograron.
Cualquier muerte es inesperada e inadmisible...
Soy esencialmente sensible ante la muerte que se provoca, que es lo mismo morir de amor o por amor, sentir una impotencia, una tristeza y una desesperación tan grande puede generar el deseo de morir sin pensar en el suicidio, quizá la culpa fue la falta de un diálogo asertivo. Ella se enzarzaba en laberínticas discusiones con el ser que amaba, que nunca llegaron a nada positivo porque no trataron la verdad del asunto: ya no había amor. El amor entre los dos se acabó aunque por parte de ella seguía latente, pero lo cierto es que el amor de pareja es amor de dos. Cualquier problema de incomunicación entre enamorados es muy importante atajarlo cuanto antes para que no produzca distanciamiento e incomprensión.
Cuando se quiere de veras hay que ser paciente... y tener confianza, pues hay épocas en las que uno de los miembros de la pareja no está en plena conciencia del amor, y entonces le toca al otro tirar más fuerte del carro del amor para no quedarse estancados, hasta que de nuevo vuelvan a avanzar con el impulso de ambos. Pero en algunos casos surge el desamor por parte de uno de los dos que forman el proceso amatorio.
Algunos científicos ni siquiera se atreven a separar unos sentimientos de otros (la ira, el miedo, la felicidad, la tristeza, la sorpresa, el desagrado, el amor, etc) y prefieren creer que todos se solapan entre sí, otros en cambio opinan, que todo es cuestión de tiempo, que si aun no podemos distinguir los sentimientos con claridad es porque las técnicas que poseemos en estos momentos son demasiado rudimentarias. Aunque ahora todavía estemos a años luz de descubrirlo, para algunos especialistas, por mucho que se investigue sobre estructuras y circuitos neurales, ninguna metodología científica será capaz de cortar la cicatriz que deja el no haber tenido amor verdadero o un amor correspondido oportunamente, cuando una persona vive su vida a través de los demás y a costa de sus legítimas necesidades, va más allá de lo que exige el verdadero amor, se quema hasta el punto de no quedar ya nada de ella, ni siquiera cenizas, se presenta una especie de autodestrucción, es algo que no produce paz, no hay crecimiento espiritual y jamás llega a la felicidad, por el contrario va al derrumbe. Hay una culpabilidad irracional, por eso hay amores que matan.
Se necesita coraje para no implicarse en una relación amorosa perdida aunque se ame a ese ser... Esto es duro ya que si se ama a alguien se tiende a mantener una esperanza y es habitual escuchar :"cambiará, luego será diferente, mi amor superará todas las dificultades, lucharé hasta el final…", pero el amor no cambia a nadie. Amar no es locura. Amar es un sentimiento noble. Amarse es de dos. El amor es complementariedad y apoyo, los sentimientos son como una balanza que sólo nosotros podemos equilibrar.
Prefirió no darle importancia al dolor físico
Ella murió, una enfermedad le quitó la vida cuando tenía mucho que dar. Un tumor cancerígeno demolió su páncreas, enfermedad que ocupa el quinto puesto de mortalidad en todo el mundo, se trata de uno de los tipos de tumores más difíciles de diagnosticar, debido a que los síntomas suelen aparecer cuando la enfermedad ya está en una fase demasiado avanzada. Egda prefirió no darle importancia a su dolor físico en una lucha ciega por el amor que ella sentía y el amor que se negaba a aceptar que había perdido.
Luchó por un desamor y no por su vida.
Se dejó morir. Murió por amar, llena de amor ante la imposible reconquista del amor del otro. La alteración del estado de ánimo la llevó a excesos de adrenalina y esto fatigó el hígado, que es el laboratorio del cuerpo. Cargó la sangre y agotó al riñón que la filtró, alterando su bazo, al timo por vecindad y al páncreas cuando ingería alimentos que estimulaban la secreción de insulina, la enfermedad se disparó, se alimentaba sin sentir placer y en su defecto no hizo nada por mantener operativo el sistema inmunológico y de defensa, su trastorno emocional debilitó su organismo, las defensas le fallaron. De tanto amar se dejó morir, de tanto amar murió. Esa fue la forma de salir ella de la vida del otro definitivamente, su abandono espiritual y fisiológico la llevaron por el desamor y a dejar en libertad a quién ya no la amaba.
Un sueño de amor que se tornó en pesadilla.
¿De quién fue la culpa? Nadie es culpable de este triste argumento. Es muy fácil ser razonable cuando no se ama por lo que para entrar en busca de culpables hay que limpiar el corazón, pero hoy todavía, después de tanto tiempo de su fallecimiento, suelto una lágrima rebelde que me ahoga y Egda mi prima, sigue en mi corazón y en mi mente como un tatuaje.
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